En nuestra vida corriente y de forma continuada siempre que ingerimos alimentos nos producen una sensación gustativa que no nos deja indiferentes.
No siempre es satisfactoria y dependiendo de cada uno de nosotros la sensación puede llegar a ser muy distinta en función de multitud de factores.
Quién no ha dicho alguna vez en su vida; “Sobre gustos no hay nada escrito”.
Sin embargo cuando uno se enfrenta a una degustación de vino debe emprenderla desde una cierta técnica para poder comprender la esencia del mismo, más allá de la sensación gustativa habitual a la que estamos acostumbrados cuando ingerimos cualquier otro alimento. (leer más...)